Administración

Siempre supe que mi lugar estaba junto a la niñez, y desde pequeña soñé con aportar una semilla a los niños, quienes son el futuro de nuestra sociedad. Sabía que el mejor lugar para plantar esa semilla era en la educación y por lo mismo todos mis esfuerzos apuntaban a trabajar en un colegio. Cuando entré al Suizo Americano, supe que estaba en un buen lugar, un lugar donde se interesan por los alumnos, por los maestros y por todos los trabajadores. He podido comprobar que cada persona realiza su trabajo con amor, pasión y dedicación.

Más que aportar mi semilla hoy puedo decir que este colegio ha dejado una semilla en mí, he tenido la oportunidad de aprender de todos, tanto de los alumnos como de mis compañeros de trabajo. Gracias a cada una de las personas de esta institución por su amabilidad, cordialidad y por contagiarme día a día y revivir en mi ese amor por la niñez y la educación. El suizo americano y todas las personas que forman parte de esta gran familia me ha enseñado muchas cosas por las cuales estoy y estaré eternamente agradecida.

Soy Luz María Morales de Ordoñez, a mi cargo se encuentra la Biblioteca del colegio. Tengo un año de haber ingresado a la institución y puedo decir que desde el primer día me sentí bienvenida por todo el personal que labora en el colegio. En el día a día, siempre había alguien que me brindaba algún consejo de cómo podía hacer las cosas y como funcionaban en el colegio, siempre todos amables y dispuestos cuando lo he necesitado. Me encanta la formación constante que se nos brinda, no sólo en lo académico sino también en salud, prevención, Liderazgo, entre otras cosas. En lo personal me gusta mucho el ambiente de liderazgo que se vive, es muy inspirador y se aplica en todos los momentos de tu vida.

En resumen, el colegio suma y suma a mi vida positivamente y me hace recordar que estamos en una sociedad en donde todos aportamos algo para mejorarla y ser una mejor nación.

La experiencia de la educación en general es un tema que siempre me ha apasionado, el tener retos tan grandes, me da la esperanza de esperar resultados igual de grandes.

El ser parte de la familia Suizo Americano, fuera de ser un aprendizaje puramente académico, me ha ayudado a profundizar en el significado de la vida misma, ver crecer a los alumnos, desarrollarse, proponerse metas y cumplirlas, ha revivido en mí un sentimiento de pasión por la enseñanza, me ha motivado a darme la oportunidad de trasmitir mis experiencias y a aprender de los demás.

He aprendido que, si quiero ver cambios, debo empezar por cambiar mis paradigmas, mis prioridades y sobre todo mi compromiso, he aprendido que mi participación puede hacer la diferencia, no sólo en mi vida sino en la vida de alguien más.

Así de simple….. ¡El Suizo es parte de mi vida!